En origen nació como cerveza conmemotativa de nuestro 5º Aniversario. Después volvió para quedarse y curiosamente ya van 5 lotes. 

 

En efecto La Quinta lo es, por ese quinto aniversario (ahora también por ese quinto lote) pero sobretodo y así lo refleja la etiqueta de Justino Rocamora, porque una quinta también habla de agrupación: los nacidos en el mismo año, en otra época los jovenes que se sorteban a milicias, la casa de campo donde los quinteros pagaban un quinto de la producción como arriendo y por supuesto donde se reunían con amigos y familiares, parte o fraccíon de dehesa o tierra aunque no sea la quinta parte. Estas deficiones son las que hablan de La Quinta, nexo de unión entre iguales que deciden reunirse en un lugar con un fin; el lugar es Lúpulo y amén y el fin disfrutar de una cerveza de calidad con una buena conversación (tal como hiciera el genio de Fuendetodos, Francisco de Goya y Lucientes en su Quinta del Sordo, donde se reunía con sus amigos y más allegados, simplemente a disfrutar de un trago, unas aceitunas y la conversación que surgiese).

 

Color anaranjado, aroma maltoso y afrutado, seca, sabrosa y de trago largo, con un marcado final amargo. APA de la vieja escuela, retocada por lúpulos de corte moderno.

 

No te quedes sin probarla. Dísfrútala mejor en compañía!!!